El ex Presidente de la Nación Alberto Fernández fue indagado hoy en los tribunales de Comodoro Py como acusado por violencia de género contra su ex pareja y ex primera dama Fabiola Yañez. El ex jefe de estado presentó un escrito de 221 páginas en el que negó las acusaciones. “Si debo decir que, si alguien fue agredido en la pareja, ese fui yo. Si alguien debió soportar insultos y malos tratos en la pareja, ese fui yo”, sostuvo.
Fernández difundió su indagatoria en su cuenta de la red social X. ·Hoy presenté mi descargo en una causa que es una estafa procesal sin precedentes. Después de muchos meses de silencio quiero que conozcan lo que tengo para decir”, posteó. La última vez lo había hecho había sido el 6 de agosto de 2024 cuando Yañez lo denunció y el ex presidente publicó un comunicado negando las acusaciones.
Con la presentación Fernández se negó a contestar preguntas del juez federal Julián Ercolini, a quien calificó de “imparcial”, y del fiscal federal Ramiro González, sobre quien dijo que “no reúne las condiciones éticas para imputarme el delito”.
La indagatoria estaba prevista para las 11 horas pero el ex Presidente llegó a los tribunales de Retiro una hora antes, a las 10. Lo hizo con su custodia desde el subsuelo del edificio desde donde accedió al cuarto piso. Allí un cordón policial lo separaba de la prensa que lo esperaba. Se retiró a las 11:25 de la misma manera.
La audiencia se hizo en la oficina de una de las secretarias del juzgado. “El clima fue tenso”, confió una fuente a Infobae. Fernández se saludó formalmente con el juez con la mano y con el fiscal. Se esperaba ese encuentro con Ercolini. Ayer el ex presidente volvió a pedir que sea apartado de la causa de corrupción durante su gobierno de los seguros, en la que también Ercolini lo investiga y lo citó a indgatoria. Para eso el ex presidente presentó chats del 2017 y 2018 con el juez para plantear que eran amigos y no puede investigarlo. Y fue muy duro con el magistrado: “Me detesta y me quiere preso”.
El magistrado no desconoce la relación pero plantea que nunca fue de amistad y que los chats demuestran que buscaba evitarlo hasta que finalmente lo bloqueó en whatsapp.
A 24 horas de eso volvieron a verse. No hubo cruces ni críticas como en la indagatoria de la causa de los seguros. Esa vez Fernández le dijo al juez que no leía sus presentaciones. Hoy hubo un clima tenso pero sin cruces y el ruido del aire acondicionado de fondo que hacía distraer de esa situación.
La defensa de Fernández, a cargo de la abogada Silvina Carreira, presentó un escrito en el que negó las acusaciones de violencia de género. Luego hizo una exposición el ex presidente. Objetó que Ercolini y González intervengan en la causa porque entiende que el caso debe ser investigado en la justicia federal de San Martín porque los hechos ocurrieron en la quinta de Olivos. Ese planteo ya fue rechazado.
Por otra parte, el ex Presidente planteó que ambos habían sido recusados y que los rechazos no estaban firmes. Allí Fernández volvió a mencionar los chats con el juez que presentó ayer y volvió a plantear que necesita el celular que le secuestraron en la causa para poder defenderse. Por la falta de su móvil, la defensa había pedido que la audiencia de hoy se suspenda, lo que fue rechazado. El ex jefe de estado no hizo referencia a los hechos de violencia de los que está acusado.
El ex Presidente no contestó preguntas ni de su abogada, ni del juzgado ni de la fiscalía. La querella que representa a Yañez, a cargo de la abogada Mariana Gallego, no estuvo presente porque el código no se lo permite.
Ahora el juez Ercolini tiene 10 días para resolver si procesa, sobresee o le dicta la falta de mérito al ex presidente.
La causa por violencia de género se inició cuando el juez Ercolini encontró en los chats del teléfono de María Cantero, secretaria de Alberto Fernández, conversaciones con Yañez en las que la ex primera dama le hablaba de cómo el ex mandatario le pegaba y le enviaba fotos de moretones en un brazo y la cara. Esos chats se encontraron porque el celular de Cantero fue peritado en la causa de los Seguros. Con esa información, el magistrado citó a Yañez a una audiencia para preguntarle si quería hacer una denuncia penal porque la violencia de género es de instancia privada. Primero dijo que no, pero cuando el caso se hizo público presentó la denuncia.
Tras la investigación, el fiscal federal Ramiro González pidió en noviembre pasado la indagatoria del ex funcionario. Lo acusó de dos hechos de lesiones leves doblemente agravadas por ser cometidas mediante violencia de género y contra su entonces pareja, por un caso de una lesión grave por el debilitamiento permanente de la salud y por coacciones hacia Yañez para que no presente la denuncia. Los tres delitos, en caso de una condena, tienen una pena máxima de 18 años de prisión.
“El análisis de toda la prueba reunida en el caso permitió acreditar que el ex presidente Fernández ejerció distintos tipos de violencia contra su pareja, prácticamente, desde el inicio de su relación. De acuerdo a las definiciones de la ley 26.485 de Protección Integral a la Mujer, se pudo detectar violencia psicológica, física y económica”, sostuvo la Fiscalía en su dictamen.
Y agregó: “Efectivamente, en un contexto de violencia de género signada por la particular relación asimétrica de poder con el agresor, por lo menos desde el año 2016 hasta que se formalizó la denuncia, Alberto Fernández ejerció de un modo sistemático violencia psicológica contra Fabiola Yáñez bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”.
El fiscal González dio por acreditado que el moretón en el brazo derecho que Yañez tuvo meses antes de agosto de 2021 fue producto “de un agarrón o zamarreo de Alberto Fernández dentro del chalet presidencial de la Quinta de Olivos”. Esa herida se la envió por WhatsApp a Cantero. El segundo hecho de violencia física fue el moretón en el ojo derecho que Yañez dijo que fue por un golpe de puño durante una discusión en la cama antes de irse a dormir. Ese hecho lo ubicó el fiscal en el 21 de junio de 2021.
Otra de las violencias que el fiscal entendió que Fernández cometió fue la económica. “Mientras Fabiola Yáñez residía en Madrid condicionada económicamente por su agresor, en medio de anuncios de suicidio, recuerdos de las necesidades de su hijo Francisco, pedidos de ocultar las agresiones físicas para que no fueran noticia y consejos de hablar lo menos posible bajo promesa de que nada iba a faltarle a la familia, la víctima fue coaccionada para que no denunciara el hecho frente al juez de la causa y, de ese modo, se afectó el trámite de un expediente federal producto de las amenazas del ex presidente”, explicó González.
El fiscal entendió que todo eso se dio por probado con las pruebas que se recogieron en la causa. Entre esa prueba está la declaración de una decena de testigos propuestos por la querella de Yañez, a cargo de la abogada Mariana Gallego, de la defensa del ex jefe de Estado, representado por Silvina Carreira, y por la Fiscalía. Entre otros estuvieron en los tribunales de Comodoro Py la madre y una de las hermanas de Yañez, el ex intendente de la quinta de Olivos Daniel Rodríguez, la esteticista Florencia Aguirre, los ex médicos de la Unidad Presidencial Federico Saavedra y Federico Alem, la ex amiga de Yañez, Sofía Pacchi, y empleadas de la quinta de Olivos que trabajaron para la pareja presidencial. También fotos y conversaciones que aportó Yañez, los registros de ingresos y egresos de Olivos de todo el mandato presidencial, las llamadas telefónicas entre los dos desde el 2016, cuando se inició la pareja y documentación médica de la ex primera dama.
Alberto Fernández niega las acusaciones. “Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”, sostuvo en una entrevista al diario “El País” de España.
En la causa la defensa del ex jefe de Gabinete planteó que los golpes que mostró Yañez no fueron producto de golpes sino la consecuencia de tratamientos estéticos o de caídas por consumo de alcohol. Así lo sostuvieron ex empleadas de la quinta de Olivos que asistían a Yañez cuando era primera dama y que declararon en la causa.
En paralelo a la causa penal hay otros expedientes. Uno es civil y Fernández y Yañez debaten por la cuota alimentaria de Francisco, el hijo que tienen. Por el momento, la justicia civil fijó que el ex Presidente le debe dar a Yañez el 30 por ciento de su jubilación de privilegio. En otra causa, la defensa de Fernández denunció a Aguirre, la esteticista de Fernández por falso testimonio.
La última que se inició fue en reclamo de la custodia de Francisco. Se conocieron imágenes de Yañez festejando año nuevo en un restaurante con un hombre. El ex mandatario planteó que su hijo vive en Madrid solo con su mamá y que desconocía con quien había estado ese día. Sumado a que no tenía contacto con el hijo, a pesar de que la justicia lo había autorizado.