VIERNES 13 DE JUNIO, 2025

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Tras la aceleración registrada durante febrero (3,2%), con una alta incidencia del precio de la carne, el costo de los alimentos en Argentina continúa en ascenso y en marzo también habría superado la inflación promedio, de acuerdo con estimaciones privadas.

Durante la última semana del mes, entre el jueves 27 de marzo y el miércoles 2 de abril, la inflación en alimentos fue del 0,8%, según un informe de la consultora LCG. Este aumento semanal duplica el registrado en la semana previa, cuando los precios subieron un 0,4%. La aceleración en los costos de los productos básicos de la dieta argentina refleja una tendencia inflacionaria que afecta de manera directa el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables.

De acuerdo con el análisis de LCG, la inflación acumulada en las últimas cuatro semanas alcanzó el 3,7%, y superó ampliamente el índice general de inflación. De acuerdo con las previsiones de las consultoras, la suba de precios de marzo fue superior a la de febrero, que alcanzó el 2,4%, y podría ubicarse en torno a 2,7%. Se aceleró, según los analistas, impulsada por subas estacionales en educación y transporte, además del aumento en alimentos y bebidas.

A pesar de la disminución en el ritmo de devaluación mensual del dólar oficial, que ya cumple dos meses en 1%, la presión sobre los precios se mantuvo, en un contexto de volatilidad cambiaria, derivada de la falta de precisiones sobre el acuerdo con el FMI e inestabilidad en el plano internacional.

Los rubros alimenticios que más subieron

Entre los productos que más subieron de precio durante la última semana, los panificados se destacaron con un incremento del 2,7%. Esta aceleración coincide con el anuncio de los panaderos de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, quienes informaron que los precios de sus productos subirán un 12% desde el inicio de abril. Este ajuste responde a los costos crecientes de producción, que incluyen insumos básicos como la harina y la energía, según precisó Martín Pinto, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y miembro de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN).

Por su parte, el rubro de lácteos y huevos también registró un aumento significativo del 1,4%, manteniendo la tendencia de las semanas anteriores. En contraste, las carnes mostraron una desaceleración en su ritmo de incremento, con un alza del 0,7% en el mismo período.

La suba de la carne

Sin embargo, si se analiza el comportamiento de los precios en las últimas cuatro semanas, las carnes encabezan los aumentos con un 6,3%, consolidándose como el rubro de mayor impacto en el presupuesto familiar. Le siguen los lácteos y huevos, que acumulan un incremento del 5,6%, mientras que las verduras y las bebidas registraron subas del 3,3% y 2,8%, respectivamente.

Estos datos reflejan cómo los alimentos esenciales para la dieta diaria de los argentinos se encarecen de manera sostenida, afectando principalmente a los hogares con menores ingresos.

Con respecto al precio del pan, el Centro de Industriales Panaderos de Merlo, provincia de Buenos Aires, anunció que el precio del pan experimentará un aumento del 12% en los principales centros urbanos de la provincia, incremento que responde a la escalada de costos en insumos, tarifas de servicios públicos y combustibles, factores que han impactado de manera directa en la industria panadera.

Pinto explicó que la decisión de ajustar los precios fue inevitable debido a los constantes aumentos en los costos de producción. “Tuvimos que tomar la decisión debido a los constantes aumentos que venimos sufriendo en las materias primas, los insumos, combustibles y las tarifas de los servicios públicos”, dijo, a la vez que advirtió que, de mantenerse esta tendencia inflacionaria, podrían registrarse nuevos incrementos en el corto plazo.

De acuerdo con estimaciones de la CIPAN, el precio del kilo de pan en la Ciudad de Buenos Aires ya supera los $4.000, mientras que en el Conurbano bonaerense oscila entre los $2.500 y los $3.300.

Por su parte, José Álvarez, presidente del Centro de Industriales Panaderos de CABA, negó, ante la consulta de Infobae, que el pan vaya a subir ese porcentaje en Capital Federal. “En toda la zona sur, los precios van de $2500 a $2800; en la zona norte, supera los $3.000 pero son pocos. La harina no se movió, los salarios este mes subieron 3%, el poder adquisitivo de la gente cada vez es menor y las ventas han bajado bastante”, aseguró el directivo. Y agregó: “Si nosotros en Capital decimos que vamos a aumentar un 12% en una panadería que lo estoy vendiendo a $3000, son $320 más, es una barbaridad”.

Los alimentos y bebidas registraron en la tercera semana de marzo una aceleración del 2,4% en sus precios en relación con la semana previa, principalmente por el aumento en carnes, lácteos y bebidas. De esta manera, en las últimas cuatro semanas, la inflación acumulada en ese rubro trepó al 3,4%.

Así surge de un informe de la consultora LCG, que reportó que “la aceleración en la tercera semana del mes se dio luego de la suba prácticamente nula la semana anterior”. Además, reportó que hubo un aumento de 10 puntos en el porcentaje de productos con aumento, aunque la cantidad de bienes con precios estables no perfora el piso de 70%

Entre los aumentos más destacados de la tercera semana de marzo figuran las bebidas e infusiones (5%); el azúcar, miel, dulces y cacao (4,2%), carnes (3,5%), los productos lácteos y huevos (2,5%), y aceites (1,3%).

Asimismo, en el promedio de las últimas cuatro semanas, las carnes subieron 4,8%; los lácteos y huevos 4,8%; las verduras 3,4%; y las bebidas e infusiones 1,7%.

“Carnes y lácteos subieron casi 5% en las últimas cuatro semanas y explican un 70% de la inflación en alimentos mensual”, marcó LCG.

La inflación de febrero fue de 2,4% y acumuló 66,9% en los últimos 12 meses

La inflación de febrero fue de 2,4% y acumuló de 66,9% en los últimos 12 meses, informó el INDEC. La variación mensual mostró una aceleración de 0,2 puntos porcentuales contra enero. El número acumulado en 2025, en tanto, es del 4,7%.

La inflación de alimentos alcanzó 3,2% en febrero y acumuló un alza de 52% en los últimos 12 meses. Se ubicó 0,8 puntos por encima del Índice general de Precios al Consumidor (IPC).

El aumento en los precios de los alimentos es el que más afecta a los sectores vulnerables, que destinan la mayor parte de su ingreso a cubrir la canasta básica. Por eso, es el rubro de mayor incidencia en el costo de vida de todo el país.

De acuerdo con los datos del INDEC, en la comparación mensual, los productos que más subieron de precio fueron la lechuga (26,7%), el kilo de naranjas (12,8%) y los cortes de carne nalga (13,6%) y cuadril (13,1%).

Marzo llega con una nueva tanda de aumentos que impactarán en el bolsillo de los argentinos. Tarifas de servicios públicos, combustibles y prepagas son algunos de los rubros que registrarán subas, en un contexto de inflación superior al 2% mensual y caída del poder adquisitivo.

A continuación, un repaso por todos los incrementos que comenzarán a regir este mes y cómo afectarán a los consumidores.

Prepagas

El Gobierno Nacional estableció recientemente cambios en el sistema de medicina prepaga, lo que permite a las empresas actualizar sus cuotas de manera diferenciada según el tipo de plan. Además, se puso fin a la intermediación con ciertas obras sociales, lo que generó modificaciones en la forma en que los afiliados abonan sus planes de salud.

Según pudo confirmar Infobae, la mayoría de las empresas de medicina prepaga informaron a sus afiliados subas que promedian el 2% para el mes próximo, en línea con el dato de inflación de enero informado por el INDEC (2,2%), aunque algunas llegan al 2,5% y 2,7%.

Combustibles

Como todos los meses, se espera que en el primer día de marzo se aplique una nueva suba del precio de los combustibles. Los especialistas del mercado estiman que el incremento oscilará entre el 2% y el 3%, teniendo en cuenta el avance de la inflación, la evolución del precio internacional del barril de crudo y el ajuste que se aplicará en el impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que fue postergado el mes pasado.

De confirmarse una suba del 2%, la nafta súper saltará de $1.151 a $1.174 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En caso de acercarse al 3%, el aumento podría llevar el litro a un valor cercano a los $1.185.

Luz y gas

La Secretaría de Energía estableció un aumento del 1,6% en el cuadro tarifarios del gas y un ajuste del 1,5% las tarifas de luz a partir del consumo de febrero, cuyas boletas comenzarán a llegar en marzo.

Alquileres

Aunque la ley de alquileres se “extinguió” a fines de 2023, aún quedan vigentes contratos que fueron firmados bajo esa legislación. Eso significa que aún hay inquilinos que deberán enfrentar subas ajustadas por el Índice de Contrato de Locación (ICL).

Cabe recordar, que el ICL se conforma por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la evolución de los salarios en base a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) que publica la Secretaría de Seguridad Social.

De esta manera, los contratos que dependen del ICL tendrán un incremento del 149,3% en el mes de marzo.

En enero, el rubro de “alimentos y bebidas no alcohólicas” del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación de 1,8%. Eso quiere decir que, en forma conjunta, los productos que componen el índice se encarecieron con relación a diciembre. Sin embargo, hubo más de una decena de alimentos que bajaron su valor y algunos lo hicieron de forma contundente.

Según la canasta que mide mensualmente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en el Gran Buenos Aires, la mayoría de los alimentos que más bajaron de precio en el primer mes del año corresponden al rubro de “frutas y verduras”. En detalle, la baja más pronunciada se produjo en el kilo de papa, que pasó de costar $1.046,62 en diciembre a $842,73 en enero, lo que significó una diferencia de $203,89 y una baja del 19,5%.

Fue menos pronunciado el descenso de precio del zapallo anco, que tenía un valor de $1.512 por kilo al consumidor final en el último mes del 2024 y bajó a $1353,17 en el primer mes de este año, lo que se traduce en una retracción del 10,5%.

Completa el podio de bajas de precio la lechuga. De acuerdo a la información publicada por el INDEC, ese producto se abarató $174,23 en el último mes, llegando a venderse en enero a $2.913,7 (-6%).

Más abajo figuran la cebolla, cuyo precio decreció de $885,38 a $849,14 por kilo en el período analizado (-4,1%) y la batata, que se vendía a $1169,96 por kilo en diciembre y bajó a $1.607,58 en enero (-3,7%).

Ya fuera del rubro de “frutas y verduras”, en el sexto lugar, aparece el arroz blanco simple. De acuerdo con la medición del INDEC, ese producto se vendía en el Gran Buenos Aires a un precio promedio de $2.190,58 en el mes de diciembre, pero en el primer mes de 2024 bajó a $2.1120,76 , lo que marcó una diferencia de $79,82 (-3,6%).

Se destacó también el decrecimiento del valor de mercado del polvo para flan, que descendió de $925,8 a $906,85. Los $18,95 de diferencia significaron una disminución porcentual del 2%.

El octavo lugar fue para una bebida: la cerveza en botella. En detalle, ese producto redujo su valor un 1,8%. Según la medición realizada por el INDEC, el valor promedio en los negocios del GBA de la botella de cerveza era de $3.117,73 en diciembre y bajó a $3.060,16 en enero.

Se suma a la lista el pollo entero, cuyo valor por kilo decreció de $3.138,91 a $3.084,45 entre diciembre y enero (-1,7% de diferencia).

Por último, completa el top ten de bajas de precios de alimentos el azúcar. Si bien la diferencia fue de sólo $8,43 (bajó 0,8%, pasando de $1.122,88 a $1.114,45 por kilo), se destaca por ser un producto que lleva varios meses de relativa estabilidad. De hecho ha registrado otras bajas de precio en los últimos meses.

Otros productos alimenticios que también bajaron de precio fueron la banana (-0,5%), la harina de trigo común 000 (-0,5%), la sal fina (-0,1%) y los huevos de gallina (-0,1%), pero las bajas porcentuales no fueron lo suficientemente grandes como para entrar en el listado de los diez que más redujeron su valor.

Estos descensos en los precios de algunos alimentos se dan en un contexto de desaceleración de la inflación en Argentina, donde las subas mensuales vienen mostrando una tendencia a la baja. En este escenario, la reducción en el costo de ciertos productos alivia en parte el bolsillo de los consumidores, aunque aún persisten diferencias significativas entre distintos rubros. Será interesante seguir de cerca la evolución de los precios en los próximos meses para ver si esta tendencia se consolida.

El mercado de alquileres se reconfiguró por completo en 2024. Tras la derogación de la ley de alquileres, subió el stock de propiedades en alquiler, se desaceleraron los precios y los contratos comenzaron a pactarse por dos años.

De acuerdo a un informe de Zonaprop, el precio medio de alquiler subió 2,3% en diciembre. En 2024 se registró un aumento del 64,4%, cuatro veces menor al registrado en 2023 (260%) y 54 puntos porcentuales por debajo de la inflación (118,1%). Se trata del primer año desde 2019 que los precios registran una caída real de precio.

Cuánto cuesta alquilar un departamento en CABA

Un departamento de dos ambientes se ubica en $550.450 mensuales, mientras que un monoambiente se alquila por $465.091 mensuales y uno de tres ambientes, por $740.874 mensuales.

La oferta creció un 3,3% en el último mes del 2024 y, actualmente, el volumen de oferta es 3,3 veces superior al registrado en febrero de 2023, mínimo histórico.

Puerto Madero se posiciona como el barrio más caro para el alquiler, con un precio medio de $941.093 mensuales. Núñez y Palermo completan el podio, con un valor promedio de $613.414 por mes y $610.098 por mes, respectivamente. En contrapartida, Lugano ($395.326 mensuales), Floresta ($474.456 mensuales) y Vélez Sarsfield ($485.671 mensuales), son los barrios más económicos para alquilar.

Rentabilidad: se necesitan casi 19 años para recuperar la inversión

La relación alquiler/precio sube y se ubica en 5,28% anual. Actualmente se necesitan 18,9 años de alquiler para repagar la inversión inicial, un 8,9% más de lo requerido hace un año atrás.

Lugano, Nueva Pompeya y Parque Avellaneda continúan en el podio de barrios con mejores opciones para los inversores que buscan renta, con un retorno del 8,7%, 8% y 7,4%, respectivamente. En contrapartida, Puerto Madero, Palermo y Belgrano son los barrios con la rentabilidad más baja, con un 3,5%, un 4,2% y 4,4%, respectivamente.

El contador y docente de la UNPSJB, César Herrera, habló sobre los datos económicos que informó el INDEC esta semana con los números de la inflación y la pobreza. “La carne aumentó bastante en el último mes, fue de 6,8% específicamente en la región patagónica”, resaltó.

En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “en líneas generales cuesta perforar ese 2,7% que arrojó el IPC, pero seguramente se va a mantener en lo mismo salvo que pase algo externo -como pueden ser la compras navideñas-”.

“No va a ser fácil bajar este IPC al 1%. El rubro que más aumento fue el de Vivienda con 5,4%, seguido por Indumentaria con un 4,4%”, dijo.

Asimismo, aclaró que “en el acumulado de los primeros 10 meses del año el rubro Alimentos presenta algo interesante para los patagónicos, que es el 88,8% de incremento a nivel general. Pero si se analiza el acumulado en Alimentos y Bebidas no Alcohólicas eso arroja un 101,5%, es decir hay casi 13 puntos de diferencia entre la Patagonia y el resto del país”.

“La Patagonia se transformó en el aglomerado más caro con respecto a Alimentos y Bebidas”, indicó.

En este marco, destacó que “que sea más caro acá que en otro punto del país fue así hasta el 2016. Del 2018 hasta ahora hubo una homogeneización, pero ahora nuevamente hay un despegue”.

“La carne aumentó bastante en el último mes, fue de 6,8% específicamente en la región patagónica. Más del 70% de la canasta básica está concentrada en Carne, Frutas y Verduras y Pan y Cereales”, concluyó Herrera.

En un contexto marcado por la pérdida del poder adquisitivo, la gran mayoría de las empresas del sector de la indumentaria reportaron caídas en las ventas de hasta el 25% durante el bimestre julio-agosto. A nivel interanual, el consumo cayó 11% contra ambos meses de 2023.

Los datos surgen de una encuesta a 68 compañías del rubro realizada por la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI). Durante el séptimo y octavo mes del año, el 37% de los encuestados reportaron una disminución de las ventas entre el 15 y 25%. “Aunque las caídas se intensificaron en comparación con el bimestre anterior, la desaceleración en la tendencia negativa es evidente en relación con los primeros bimestres del año”, sostuvieron desde la entidad.

De acuerdo al informe, la caída fue del 22,7% en el primer bimestre del año y del 22,5% en el segundo, mientras que el período mayo-junio llegó al 7,8% y en julio-agosto trepó al 11,3% interanual.

La encuesta también revela que el 4 de cada 10 empresas redujeron su personal en dicho período, principalmente, por despidos, renuncias no reemplazadas y jubilaciones. Por el contrario, solo el 5,9% incorporó nuevos empleados.

Por su parte, el 38% de los encuestados respondió que cuentan con “niveles excesivos de stock” en relación con sus ventas. En cuanto a la producción de prendas de vestir, el 43% de las empresas utiliza una combinación de producción interna y externa. Mientras que el 29% produce a través de talleres de terceros y el 28% confecciona en sus propias instalaciones.

Según datos de CAME, en tanto, el consumo de indumentaria disminuyó 8% interanual en agosto y 3,8% en julio. Desde el sector mostraron preocupación sobre qué sucederá con la ropa de la nueva temporada, sino comienza a reactivarse el consumo.

Por su parte, las prendas de vestir y el calzado subieron un 166,7% en los últimos 12 meses, mientras que la inflación interanual cerró en 236,7%, según el último dato del INDEC. En agosto, los productos de indumentaria se encarecieron 2,1%.

Las expectativas del sector de indumentaria para lo que resta del 2024

De cara a los últimos meses del año, la encuesta realizada por la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) arrojó que:

-El 51% prevé un año regular;

-El 24% mantiene expectativas positivas;

-El 19% prevé un panorama negativo y

-El 4% espera un escenario muy desfavorable.

-En tanto, el 1% de los encuestados manifestó expectativas muy positivas para el cierre del año.

Según datos del INDEC, el rubro prendas de vestir y calzado fue la categoría que registró la menor suba mensual con el 2,1% por debajo del IPC general, que alcanzó el 4,2% en agosto. En los últimos 12 meses, los precios de los productos de indumentaria avanzaron 166,7%, mientras que la inflación interanual cerró en 236,7% en agosto.

El Gobierno oficializó el incremento en los precios de la electricidad y del gas natural que comenzarán a regir desde septiembre. En los próximos días los entes reguladores publicarán los cuadros tarifarios de los respectivos servicios públicos que, completarán una suba promedio del 4% a para las facturas que reciben hogares, comercios e industrias.

La visión del Ministerio de Economía es que la continuidad de la desaceleración en la inflación permitirá avanzar en la senda del ajuste en las tarifas y el ordenamiento de algunos precios relativos que se había retomado en agosto.

A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía estableció el nuevo Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST), es decir el costo de la luz que llega a los hogares. El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) dará a conocer en los próximos días los cuadros tarifarios que tomarán como referencia las distribuidoras -según publica Infobae-.

En el mismo sentido, se establecieron nuevos precios para el gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST). “De esta manera, se busca representar los costos reales y la variabilidad de abastecimiento de gas natural para las empresas distribuidoras, con el objetivo de garantizar las inversiones necesarias para el sector y un uso responsable del suministro”, expresó Energía.

Las tarifas finales que pagan los usuarios se componen de cuatro ítems: el costo de la energía, el transporte, la distribución y, sobre eso, los impuestos. Sobre el primer ítem es dónde se canalizan los subsidios del Estado, mientras que sobre en transporte y distribución no hay subvenciones.

En los próximos días los entes reguladores darán a conocer los nuevos cuadros tarifarios y el incremento que llegará en las boletas será del 4% por ciento. La visión oficial es que la continuidad de la desaceleración en la inflación permitirá avanzar con el ajuste.

Actualmente los usuarios se encuentran divididos en tres categorías en base a los niveles de ingresos que perciben según la segmentación de subsidios vigente desde 2022: Altos ingresos (Nivel 1), Ingresos bajos (Nivel 2) e Ingresos Medios (Nivel 3). Los últimos datos oficiales del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) arrojan que los N1 son 5,3 millones, los N2 son 8 millones y los N3 son 2,7 millones.

Según cálculos de la Secretaría de Energía, a nivel nacional, los usuarios residenciales cubren el 57% del costo “real” del gas y del 64% de la electricidad. El resto es subsidio y el Gobierno analiza el mejor timing que la cobertura llegue al 100%. En ese análisis entra la situación social y el objetivo de que continúe la desaceleración de la inflación.

La variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) arrojó 4% en julio, mes en el que se habían postergado incrementos en tarifas, y en agosto las estimaciones privadas anticipan que rondará ese porcentaje e incluso puede terminar unas décimas por debajo. La reducción del impuesto PAIS en septiembre permitirá que la inflación “baje otro escalón”, según la visión oficial.

El de las tarifas de energía es un nuevo impacto al bolsillo de los consumidores, pero en particular los del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Es que los servicios de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) se actualizarán un 4,48%, pero además del efecto que puede tener la quita de subsidios al colectivo en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y los combustibles subirán 3% promedio en todo el país por un nuevo diferimiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL).

Los precios de los alimentos subieron 0,3% durante la tercera semana de agosto y acumulan un alza del 1,5% en lo que va del mes. Los lácteos y el azúcar fueron las categorías que impulsaron la variación semanal.

El informe semanal de la consultora LCG mostró que la canasta se incrementó 2,1% en las últimas cuatro semanas. En tanto, si se tiene en cuenta el mismo período, pero de punta a punta, la suba en alimentos y bebidas llegó a 2%.

En lo que va de agosto, los lácteos aumentaron 7,6% y explican más de la mitad de la variación de precios. El relevamiento destaca que esta categoría se ubica tres veces por encima de la suba de precios registrada en las primeras tres semanas del mes.

Inflación en alimentos: Qué productos aumentaron en la tercera semana de agosto

Los precios de los alimentos aumentaron 0,3% en la tercera semana de agosto, 0,4 puntos porcentuales por encima de los siete días previos -según publica TN-.

El informe registró una disminución de precios en cuatro categorías relevadas como en las verduras, bebidas y condimentos. El rubro que anotó el mayor retroceso fueron las frutas con un -6,4%.

Por el contrario, el azúcar, los lácteos y las comidas listas fueron las categorías que más aumentaron, con un alza de 5,1%, 2,1% y 1,6% respectivamente. Le siguieron los panificados con una variación del 1,5% y el aceite con el 1,2%. Mientras que la carne no registró cambios en sus precios.

“Los aumentos de lácteos y panificados son casi compensados por las caídas de frutas y bebidas”, destaca el informe.

Cuánto aumentaron los alimentos en las últimas cuatro semanas

Según LCG, los alimentos registraron una inflación promedio del 2,1% en las últimas cuatro semanas. De punta a punta, los productos de la canasta básica subieron 2%.

De acuerdo con el relevamiento, los lácteos es el rubro que más influye en la variación mensual, ya que explican más del 50% del alza. Mientras que la carne aporta un 28%. A continuación, los productos que más subieron en las últimas cuatro semanas:

Lácteos y huevos: 7,6%;

Condimentos y otros productos alimenticios: 7,5%;

Aceites: 5,1%;

Pan, cereales y pastas: 3,4%;

Carnes: 1,9%;

Frutas: 1,8%;

Comidas listas para llevar: 0,3%;

Bebidas e infusiones: 0,2%;

En tanto, los productos que bajaron de precio en el mismo período fueron:

Verduras: -2,1%;

Azúcar: -6,7%.

Los precios de los alimentos aumentaron 1,3% durante la primera semana de agosto y registraron la mayor suba en las últimas cinco semanas. Los lácteos, panificados y las bebidas fueron las categorías que impulsaron la variación semanal.

El informe semanal de la consultora LCG mostró que la canasta se incrementó 2,8% en las últimas cuatro semanas. En tanto, si se tiene en cuenta el mismo período, pero de punta a punta, la suba en alimentos y bebidas llegó a 2,6%.

Los precios de los alimentos subieron 1,3% en la primera semana de agosto, 0,8 puntos porcentuales por encima de los siete días previos. Se trata de la cifra más elevada desde la cuarta semana de junio.

“La suba de lácteos, bebidas y panificados por encima del promedio, explican 90% de la variación semanal. La baja en verduras tiene efecto compensador”, destacó el informe.

De esta forma, los lácteos, bebidas y el pan fueron las categorías que más aumentaron, con un alza de 3,5%, 2,6% y 2,4% respectivamente. Le siguieron las carnes con una variación del 1,3% y las comidas listas con el 1,1%.

En la última semana, hubo cuatro categorías que registraron bajas semanales: Azúcar (-0,2%); Frutas (-0,7%), Condimentos (-3,7%) y Verduras (-3,8%).

“La suba de lácteos, bebidas y panificados por encima del promedio, explican 90% de la variación semanal. La baja en verduras tiene efecto compensador”, destacó el informe.

Cuánto aumentaron los alimentos en las últimas cuatro semanas

Según LCG, los alimentos registraron una inflación promedio del 2,8% en las últimas cuatro semanas. De punta a punta, los productos de la canasta básica subieron 2,6%.

De acuerdo con el relevamiento, las carnes y los lácteos son los rubros que más influyen en la variación mensual, ya que explican más del 50% del alza.

A continuación, los productos que más subieron en las últimas cuatro semanas:

-Verduras: 6,6%;

-Condimentos: 6%;

-Lácteos y huevos: 5,6%;

-Pan, cereales y pastas: 3,9%;

-Aceites: 2,7%;

-Carnes: 2,2%;

-Bebidas e infusiones: 1,4%;

-Comidas listas para llevar: 0,9%;

En tanto, los productos que bajaron de precio en el mismo período fueron:

-Frutas: -1,3%;

-Azúcar: -4,3%.

Cuando se conoce el dato de inflación de julio del INDEC

El INDEC publicará el índice de precios al consumidor de julio (IPC) este miércoles 14 de agosto. Según las proyecciones de los privados, el séptimo mes se ubicará con una variación mensual por debajo del 4%.

En la Ciudad de Buenos Aires, la inflación fue de 5,1% en julio y acumula un 98,5% en lo que va del 2024. Los alimentos escalaron 3,8% el mes pasado.

Por su parte, el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) mostró que los analistas proyectan un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 3,9% para julio y que la inflación acumulará 127,4% en todo 2024.

Una combinación de cambio de expectativas, precios que bajaron durante mucho tiempo y nueva oferta de préstamos hipotecarios generó una tímida reversión de la tendencia en el mercado de compraventa de inmuebles. Así lo indicó un estudio sectorial.

En el primer semestre, el 63% de las inmobiliarias observó una activación en el mercado de compraventa de propiedades y un 62% notó un incremento en la cantidad de consultas para transacciones “aptas crédito”. Sin embargo, coincidieron que todavía faltan medidas financieras para reactivar el mercado. Los datos surgen de una encuesta realizada por Zonaprop.

En esa misma línea, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires registró una suba del 27,47% en la cantidad de escrituras realizadas en junio frente al mismo mes de 2023. Durante el sexto mes del año, las escrituras fueron 4232 y el monto total de las transacciones alcanzó los $362.001 millones, un crecimiento del 350,25% interanual.

En junio, el monto medio de los actos de escrituras en territorio porteño fue de $85.539.116, lo que significó un alza de 253,26% en pesos. En dólares, representó un valor por US$90.730, una baja de 2,46%.

“Es evidente que la baja de los precios de los inmuebles generó incentivo a la búsqueda y concreción de operaciones para quienes ya tienen el dinero ahorrado”, explicó Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria, a TN.

Según datos del Colegio de Escribanos de CABA, en junio hubo 115 operaciones con hipoteca, lo que significó un alza mensual de 5,5%. Sin embargo, en los primeros seis meses del año hubo 624 escrituras realizadas con hipoteca, en línea con los registros del semestre inaugural del año pasado. Es por ello que en el sector esperan por la vuelta de los créditos UVA para estimular el mercado inmobiliario.

La llegada de los créditos hipotecarios y las nuevas políticas del Gobierno movilizaron aún más las compras. Si bien no hay efecto directo de los créditos todavía, la expectativa de que los precios pueden llegar a subir en el largo plazo hizo que muchos definieran la compran los últimos meses”, explicó Balayan.

De cara a la segunda mitad del año, el 34% de las inmobiliarias prevé que habrá un aumento en las transacciones de compraventa y en la oferta, especialmente, ante la puesta en marcha del blanqueo, que permitirá regularizar hasta US$100.000 en la adquisición de inmuebles.

Cuál es la situación del mercado inmobiliario en CABA y el conurbano bonaerense

Un informe elaborado por Mercado Libre y la Universidad de San Andrés (Udesa) mostró que, en la zona norte del conurbano bonaerense, la demanda de propiedades a la venta se incrementó 28,5% respecto a julio de 2023.

“Este aumento de la demanda se explicaría por una combinación de factores entre los que se encuentran el mayor dinamismo de la industria en los últimos tiempos, al que se suma la reactivación de los créditos hipotecarios de los últimos meses”, indicó el relevamiento.

En esa línea, el Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires sostuvo que en junio se registró un total de 8780 compraventas, lo que representa un aumento del 2,43% en comparación con el mismo mes del año anterior.

Durante el primer semestre, las escrituras en la provincia de Buenos Aires sumaron 41.122, un alza del 12,56% frente al mismo periodo del 2023. Con estos datos, junio representó el 21,35% del total de transacciones registradas en los primeros seis meses del año.

Con respecto a los precios medios de venta en dólares, en el AMBA se registró una caída del 5,9% interanual en las casas. En cuanto a los departamentos, subieron un 3,6% respecto a julio de 2023, según datos relevados por Udesa y Mercado Libre.

En la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, el precio medio del metro cuadrado subió 0,7% en julio. Se ubicó en US$2286 y acumula 13 meses consecutivos de incremento. Así, un monoambiente se ofreció a US$100.669 dólares y un departamento de tres ambientes en US$166.652, según el relevamiento de Zonaprop.

Qué pasó con los alquileres en lo que va del año

En diciembre, el Presidente Javier Milei derogó la Ley de Alquileres mediante el DNU 70/2023. De diciembre a junio, la demanda para alquilar en Argentina aumentó un 28%, mientras que la oferta subió un 40%, de acuerdo a datos relevados por Zonaprop.

La titular de Maure Inmobiliaria, Soledad Balayan comentó que el 70% de la demanda busca departamentos pequeños, es decir, de uno o dos ambientes. En julio, la oferta de monoambientes se triplicó con respecto a la del mismo mes en 2023.

La especialista explicó que los avisos de unidades de dos ambientes aumentaron un 240% promedio a nivel interanual. Por su parte, en los departamentos más amplios “hay menos opciones que el año pasado”. Acerca de los contratos, Balayan señaló que se están pactando, en su mayoría, por dos años.

Según un trabajo realizado por Zonaprop, en CABA, el precio medio de un departamento de dos ambientes se ubica en $464.742 mensuales en julio y registró un incremento del 3,3%. En 2024, la suba de precio acumuló un 39%, 50 puntos porcentuales por debajo del aumento acumulado en el mismo período de 2023 (89,6%).

Los barrios porteños más costosos para alquilar son Puerto Madero con $958.337, seguido por Palermo y Núñez con un valor de $530.763 y $517.793, respectivamente. Villa Lugano, por el contrario, se presenta como el barrio más accesible para alquilar por $303.133.

Con el fin de mantener la inflación a la baja, uno de los principales objetivos del Gobierno, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió volver a postergar los aumentos de impuestos previstos para los combustibles. Tampoco habrá subas en las tarifas de luz y gas.

Como ya sucedió en mayo y junio, este mes tampoco se dará el salto de precios por el impuesto a los combustibles (ICL), que iba a empezar a regir desde el próximo lunes.

A diferencia del aumento que estaba previsto, que rondaba entre el 10 y el 12%, desde la semana que viene el tributo que afectará los precios de la nafta y el gasoil subirá sólo un 1%, según informaron desde la Secretaría de Energía al portal Energy Report.

Las petroleras fijaron un tope de 7% ante la caída de ventas, principalmente por el desplome de la versión de nafta premium, que cayó 21% en mayo pasado.

Desde la Secretaría de Energía descartaron una suba en surtidores de 18% o 15% como se preveía según estimaciones privadas si finalmente entraban en vigencia el total de los impuestos pendientes.

Incluso, hubo petroleras que ofrecieron durante el último fin de semana XL descuentos de hasta 20% con tope de 10.000 pesos para incentivar ventas de Premium.

En medio de la desaceleración inflacionaria y a la espera de que el índice de precio al consumidor (IPC) se ubique por debajo del 5%, el sexto mes del año llega con incrementos claves, entre ellos, luz y gas por la quita de subsidios, nafta y alquileres.

Quita de subsidios de luz y gas

El Gobierno pone en marcha un ‘período de transición’ en los subsidios energéticos para “trasladar progresivamente a los usuarios los costos reales”, desde el 1º de junio hasta el 30 de noviembre de 2024. El objetivo es pasar de un esquema subsidios generalizados a uno de subsidios focalizados de las tarifas de luz y gas.

El proceso, de seis meses, será un camino en la dirección del establecimiento de la Canasta Básica Energética. De todos modos, analistas señalaron que “todavía faltan los parámetros con los cuales van a ir sacando los subsidios gradualmente y no está ni el plazo ni el monto a subsidiar”.

Impuesto a los combustibles

También a partir del 1° de junio, el Gobierno decretó actualizar el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) que conforma el precio de la nafta “con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible”.

“Si la suba del impuesto del 1 de junio se traslada plenamente al precio, la nafta súper podría aumentar 1,2% en CABA y un 1% en Córdoba. En julio, el impuesto debería subir un 115%, de trasladarse plenamente al precio, la nafta súper podría aumentar como máximo 18% en CABA y un 16% en Córdoba”, explicó el titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadin Argañaraz.

Alquileres

Los contratos de alquileres firmados bajo la Ley 27.551, que actualiza el precio de los alquileres anualmente a través del Índice de Contratos de Locación (ICL), sufrirán un aumento de 233,7% en junio frente a un escenario de inflación interanual que, en abril, se ubicó en 289,4%.

Por otro lado, el aumento semestral que rige por la efímera reforma de la Ley de Alquileres (derogada mediante el DNU 70/2023) aumentan un 56,5%. Se trata de la indexación mediante el índice de Casa Propia.

En tanto, los alquileres que están atados a la inflación lo harán en base al IPC de los últimos 3 meses febrero (21%), marzo (11%) abril (8,8%) acumulado.

En un contexto económico marcado por alta inflación y caída de la actividad, el sector energético argentino se enfrenta a una nueva ola de aumentos en los precios de la nafta y el gasoil. Desde el 1° de abril, los consumidores se verán impactados por una subida significativa en el costo de los combustibles, atribuida tanto a ajustes impositivos como a la fluctuación del mercado internacional y la política económica nacional.

La actualización de los impuestos a los combustibles, descongelado desde febrero, se materializa en un incremento del 34,8% en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), lo que representa una acumulación del 376,61% desde el inicio del año. Esta medida, que busca una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares o el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), es parte de un esfuerzo más amplio por alcanzar un ajuste fiscal del 10% este año, según las metas establecidas por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo.

La repercusión de estos ajustes impositivos se traduce en un aumento nominal de los impuestos a la nafta de $29,96 en todo el país, y de $20,39 al gasoil. Sin embargo, la Patagonia se mantiene como una excepción a esta regla, exenta de estos tributos debido a su condición de productora de los recursos petroleros. En la Ciudad de Buenos Aires, el impacto varía según el tipo de combustible, oscilando entre un 3,7% para la nafta súper y un 1,9% para el diésel premium.

Este incremento, el cuarto en lo que va del año, acumulará al menos un 50% en el precio de la nafta súper en los primeros 95 días de 2024. A pesar de esta tendencia alcista, los precios de los combustibles habían comenzado a desacelerarse respecto a la inflación desde febrero, tras una recomposición súbita después de las elecciones de noviembre -según publica Infobae-.

El sector energético, bajo la dirección del ministro de Economía, recibió instrucciones para moderar los aumentos en un esfuerzo por consolidar la tendencia a la baja de la inflación mensual. A mediano y largo plazo, sin embargo, el Gobierno apunta hacia una liberalización casi total del mercado de combustibles. En reuniones con el sector, funcionarios nacionales revelaron la intención oficial de permitir que los refinadores adquieran petróleo a precios internacionales, a “paridad de exportación”, reflejando así los costos reales en los precios al consumidor.

Estos son los factores clave que impulsarán los precios:

Actualización de Impuestos a los Combustibles: Desde el 1 de abril, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) experimentarán un aumento del 34,8%. Este ajuste es parte de una normativa que ajusta estos tributos en función de la inflación registrada en el trimestre julio-septiembre de 2023, lo que ha llevado a un acumulado del 376,61% desde principios de año.

Devaluación del Peso: La devaluación mensual del peso frente al dólar, que fue del 2% en el tipo de cambio oficial, presiona para que las petroleras apliquen un incremento adicional en los precios de los combustibles para compensar la pérdida de valor de la moneda local frente a la divisa estadounidense.

Incremento Nominal de los Impuestos: En términos nominales, los impuestos específicos a la nafta aumentarán $29,96 en todo el país, mientras que para el gasoil el incremento será de $20,39. Estos ajustes impactarán directamente en el precio final al consumidor.

Ajuste por Paridad de Exportación: Los refinadores están interactuando con el Ministerio de Economía para poder comprar el petróleo a las productoras a valores internacionales, lo que eventualmente se reflejará en el precio en surtidor. Esto se traduce en un ajuste hacia arriba para alcanzar la paridad de exportación, el precio que reciben los productores en el puerto.

En el mercado interno, el petróleo crudo se negoció en febrero a unos 68 dólares por barril, mientras que el valor internacional, neto de retenciones y descuentos, se situaba en torno a los 74 dólares. Según estimaciones de YPF, los precios de los combustibles presentaban un atraso promedio de entre el 8% y el 10% a principios de marzo. A pesar de este desfasaje la caída en la capacidad adquisitiva de los conductores argentinos generó una caída en las ventas de combustibles de un 16% a nivel nacional entre diciembre y febrero.

Además de los ajustes impositivos, se anticipa un aumento adicional de al menos un 4% en abril, atribuido tanto a la suba de impuestos como a ajustes por parte de las petroleras para compensar la devaluación mensual del peso frente al dólar, que se mantiene en la pauta del 2% en el tipo de cambio oficial.

La paridad de exportación todavía no fue alcanzada, lo que hace prever nuevos aumentos futuros. A nivel informal, los estacioneros estiman que implicará ubicar el litro de nafta súper en torno, o por encima, de un dólar por unidad.

La estrategia a largo plazo del Gobierno de liberalizar el mercado de combustibles no está exento de desafíos, especialmente en lo que respecta al impacto en el poder adquisitivo de los consumidores y la competitividad de las empresas locales.

Con un ojo puesto en la desaceleración de la inflación y el otro en las cuentas fiscales, el ministro de Economía, Luis Caputo deberá definir en los próximos días un tema clave para ambos frentes: la actualización del impuesto a los combustibles.

En medio de la negociación en el Congreso para avanzar con el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus, esencialmente con la suba de retenciones que cosecha el firme rechazo de la oposición más dialoguista, la suba del impuesto al combustible es referida como una alternativa para compensar los menores recursos si el oficialismo no logra avanzar en su plan. Sin embargo, aun cuando finalmente lograra ese apoyo, la suba del impuesto a los combustibles luce inevitable. También será inevitable, en consecuencia, el aumento en el precio de la nafta. Como corolario, la expectativa de una inflación que profundice la tendencia a la baja durante el mes próximo, cuando además se producirá la suba de tarifas, también quedará interpelada.

El denominado impuesto a los combustibles son en rigor dos tributos de suma fija -el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono- que se ajustan trimestralmente desde 2018 de acuerdo a la evolución de la inflación. Ese ajuste impacta en su totalidad en el precio final de la nafta -según publica Infobae-.

Sin embargo, hace dos años y medio que el monto que percibe el Estado por ese tributo está congelado. Esto porque en plena escalada de la inflación, la actualización trimestral se prorrogó sucesivamente. La última postergación fue en noviembre último cuando, a través de una resolución de la AFIP, el Poder Ejecutivo postergó hasta el 1° de febrero de 2024 “los efectos de los incrementos en los montos de impuestos establecidos en la Ley 23.966 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”. La norma aclaró que “los incrementos en los montos de dichos impuestos que resulten de las actualizaciones correspondientes al tercer y cuarto trimestres calendario de 2021, al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario de 2022 y al primer, segundo y tercer trimestres calendario de 2023, surtirán efectos a partir del 1° de febrero de 2024, inclusive”.

En otros términos, el Gobierno deberá decidir la próxima semana en qué medida actualizará el impuesto, lo que determinará el impacto en el precio de la nafta. Actualmente, entre ambos tributos, la suma fija asciende a unos $20 por litro, lo que representa menos del 3% del precio del combustible cuando históricamente implicó más de 10% del precio de surtidor. Vale aclarar que se trata de un impuesto de muy fácil recaudación y también muy alta recaudación, en situaciones normales. Sin embargo, su peso en la recaudación total se licuó de manera drástica en los últimos años, al punto que durante el año pasado creció, en términos nominales, apenas 22% comparado con una inflación 10 veces mayor.

El dilema para Caputo ahora no es menor. Fuentes oficiales confirmaron que se está evaluando el asunto, aunque todavía no hay una definición concreta. Es que lo que ocurra en el Congreso con las retenciones puede resultar determinante en la agresividad que se le aplique al sendero de corrección de ese impuesto. O, incluso, para un nuevo mecanismo de aplicación.

En las petroleras, en tanto, descartan que haya una nueva prórroga pero todavía no tienen certezas del camino que tomará Economía. Cuanto más veloz sea la recomposición del impuesto, mayor será el impacto en la inflación. A la inversa, cuanto más gradual el ajuste el impuesto, menos recursos para alcanzar el santo grial del déficit cero.

Con shock o gradualismo, la necesidad de decidir sobre la cuestión no podría ser más inoportuna para Caputo. Si bien hay señales de desaceleración de la inflación en lo que va de enero, febrero es el verdadero test para el equipo económico, que aspira a un indicador por debajo del 15%. Sin embargo, el ajuste de tarifas dispuesto tanto la luz, como electricidad y también transporte implicaría un impacto de al menos 7 puntos porcentuales, Sumarle una nueva suba en el precio de la nafta conspiraría seriamente contra el objetivo inicial y tendría, también, un impacto impredecible en las expectativas inflacionarias. Como recordatorio, el cálculo de los petroleros es que, cada 10% que se sube el precio de la nafta, el IPC acusa 1 punto más de inflación.

El relevamiento de precios al consumidor que elabora el Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa mostró una aceleración en la anteúltima semana de noviembre. En los siete días que siguieron al balotaje que transformó a Javier Milei en el próximo presidente, el nivel general relevado por el Palacio de Hacienda se movió un 3,1% al alza, en comparación con el 2,3% que había marcado en la semana previa. Así, el ritmo de avance de la inflación acumulada en 4 semanas pasó del 9,6% al 10,8 por ciento.

“De acuerdo al relevamiento semanal que realiza esta Secretaría, en la semana que va del 20/11/2023 al 26/11/2023, los precios a nivel minorista habrían subido un 3,1%”, destacó el informe.

El relevamiento semanal que lleva adelante la Secretaría de Política económica mostró cuáles fueron los rubros que se movieron por encima del promedio, impulsando al índice. Los principales fueron Carnes (3,4%), Alimentos y bebidas de almacén (4,8%) y Frutas (11,6%). En cambio, subieron por debajo del promedio Indumentaria (0,9%) y los rubros Regulados (1,7%) mientras que las Verduras registraron una baja de -2,1 por ciento.

“En esta publicación se ajustaron al alza en una décima las primeras dos semanas del mes corriente tras la incorporación de información de cuadros tarifarios de electricidad del interior del país, publicados recientemente, y que impactan desde inicio de mes”, señaló el reporte.

“Fuerte suba de precios en la primera semana tras las elecciones presidenciales: 3,1%”, resumió Gabriel Rubisntein, secretario de Política Económica en su cuenta de X, la red social anteriormente conocida como Twitter.

El nuevo pico, sin embargo, se quedó corto en comparación con los movimientos de precios que se vieron en agosto luego de las PASO -según publica Infobae-. En ese entonces, el indicador semanal llegó a marcar 4,7% y 3,8%, respectivamente, en dos semanas sucesivas.

La nueva aceleración se sintió también en el dato acumulado de cuatro semanas.

“Luego del mínimo de 7,2% en el acumulado de 4 semanas al 8/10/2023, los comportamientos han sido hacia el alza. Con el nuevo registro relevado, se ha producido un aumento significativo en el acumulado de 4 semanas, que ha alcanzado al 26/11/2023, una suba del 10,8%”, detalló el relevamiento publicado este viernes.

En octubre, el IPC del Indec marcó una suba del 8,3% en el nivel general de precios. El dato siguió a un agosto en el que había avanzado 12,7% intermensual, y fue sucedido por una relativa desaceleración en el dato oficial de octubre.

A diferencia del Indec que compara promedios mensuales de inflación, el relevamiento de la Secretaría de Política Económica registra variaciones semanales y compara subas acumuladas de cuatro semanas consecutivas, en lugar de meses calendario. El resultado es que el relevamiento de economía puede detectar picos mayores a los que muestra el Indec -la inflación de cuatro semanas superó el 15% después de las PASO de agosto- pero también puede mostrar desaceleraciones más extremas. La diferencia se da porque este índice refleja un “arrastre estadístico” diferente.

El salto inflacionario de la semana que se inició el 19 de noviembre ya había sido detectado por consultoras privadas, algunas de las cuales ya perfilaban un nuevo dato de inflación mensual encima de los dos dígitos para noviembre.

“El relevamiento de precios minoristas de C&T presentó un alza mensual de 11,5% en noviembre, tasa superior a la de octubre y poco menor que los picos de agosto y septiembre. De esta forma, la variación de doce meses trepó a 161,6%”, dijo ayer la consultora que conduce Camilo Tiscornia en base a su propio relevamiento de precios.

El mes arrancó con diversos ajustes significativos luego del freno que había tenido lugar hasta las elecciones generales de octubre, luego hubo una moderación y, luego del ballotage, comenzaron registrarse incrementos fuertes y generalizados”, agregó.

Manuel Godoy, propietario de una Pescadería, se refirió a las ventas por la celebración de Semana Santa. “Al cliente le está costando pagar el precio del pescado. Subió el valor como pasa con la carne”, manifestó.

En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “las ventas vienen medias flojas, pero los días que más se mueve es jueves y viernes”.

Estamos con poca variedad porque no se consigue mucho marisco. El kilo de merluza está $1.450”, dijo.

Asimismo, aclaró que “Semana Santa es una fecha especial, pero lo que se vende ahora, en las próximas dos semanas baja casi a un 50%. No se hace una diferencia, todos los años pasa lo mismo”.

Al cliente le está costando pagar el precio del pescado. Subió el valor como pasa con la carne. En dos semanas tuvimos casi diez aumentos en el pollo”, indicó.

Finalmente, Godoy recordó: “Calculo que la falta de pescado es por la exportación, dejan poco acá. Lo único que entra de mariscos es el mejillón. La gente pide surtido para hacer cazuelas, pero no hay mucha variedad”.

El incremento de los combustibles no se toma pausas y en el ámbito del expendio dan por descontado que durante la próxima semana tendrá lugar una nueva suba en los valores de las naftas.

El aumento en cuestión forma parte de los “retoques” acordados entre el Gobierno y las petroleras y se ubicará en torno al 3,8 por ciento. Si bien marzo es el último mes comprendido dentro del pacto establecido entre ambos actores, lo cierto es que en el nicho de la comercialización no faltan las voces que mencionan la posibilidad de una extensión de los aumentos periódicos.

El mes pasado, la primera petrolera en elevar el precio de sus naftas fue Raizen Argentina, licenciataria de la marca Shell en el país, que aplicó un incremento del 4 por ciento a todos sus combustibles. Le siguió la estatal YPF, que también aplicó un incremento similar a partir de los compromisos fijados bajo el Programa Precios Justos.

A partir de ese cambio, el litro de nafta súper de YPF pasó de 156,80 pesos a 163,10, mientras que el litro de premium ascendió de 197,40 a 205,30. En tanto, el diésel de la misma empresa pasó de 168,40 pesos a 175,10 y el diésel premium, de 236 pesos a 245,44.

Con la suba que se activaría la semana entrante, el litro de súper escalaría hasta los casi 170 pesos y la misma unidad pero de premium aumentaría a algo más de 213 pesos. Por su parte, el litro de diésel se irá a 181,7 pesos, y la opción premium superará los 254,7 pesos la unidad.

Al igual que los anteriores, el incremento que viene forma parte del acuerdo establecido junto con el Gobierno Nacional. En noviembre del año pasado, las empresas petroleras junto al Ministerio de Economía acordaron un tope a las subas de la nafta por el plazo de cuatro meses.

En diciembre se concretó el aumento del 4 por ciento y a mediados de enero y febrero se produjo una suba similar. El litro de súper escalaría hasta los casi 170 pesos.

Las estaciones de servicio y una rentabilidad en picada

Desde CECHA, la Confederación que integra a los empresarios del expendio -anticiparon a iProfesional– que la suba que viene ocurrirá en torno al 15 de este mes. En la organización señalan que las petroleras aplicarán las subas imitando las fechas de febrero y enero.

En este sentido, Guillermo Lego, gerente general de la entidad, también comentó que “es de esperar” que el Gobierno extienda el programa de subas pautadas –el acuerdo actual concluye este mes– al resto del año.

Nuestra situación continúa desmejorando. Es de esperar que continúen los aumentos si la inflación sigue en el 6 por ciento. Los ingresos de las estaciones de servicio están atados a los precios del surtidor mientras que, por el contrario, los costos están basados en la inflación“, explicó el directivo.

“Solicitamos que la confederación participe en la mesa de concertación que llevan adelante el Estado y las petroleras. Si bien las estaciones de servicio no formamos los precios y es un tema que no nos corresponde, lo cierto es que queremos que en esas negociaciones se ponga en evidencia que tenemos una caída cada vez mayor de la rentabilidad”, añadió.

Subas en las naftas: cómo pega en la inflación

Se estima que las naftas tienen un peso del 4,2 por ciento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Si bien ese porcentaje puede observarse como bajo, lo cierto es que cada “retoque” pega de lleno en los costos logísticos de las empresas. De ahí que ante cada nueva suba las compañías del transporte de mercadería automáticamente incrementan las cotizaciones de sus servicios.

Estacioneros asumen que los aumentos se volverán constantes si no desacelera la inflación.

Durante 2022, las petroleras aplicaron un total de siete aumentos. En naftas quedaron por debajo de IPC anual, mientras que en gasoil estuvieron por arriba de ese indicador.

El año pasado, la nafta súper acumuló una suba del 67 por ciento, mientras que la alternativa premium aumentó 77. Por el lado del gasoil, los incrementos totales fueron del 91 por ciento y el diésel premium presentó un aumento también acumulado del 122 por ciento.

Factores como la escasez de gasoil y las dificultades para su traslado y comercialización generaron que, por primera vez en décadas, el valor del diésel supere con comodidad al precio de las naftas.

Las distribuidoras de gas solicitaron aumentos de hasta 273% en las tarifas, a aplicarse desde el 1° de Febrero próximo, con el fin de lograr una recomposición de sus ingresos. Este incremento tendría un impacto en el valor final de las facturas de los usuarios residenciales a partir de Febrero que oscila entre un 21% y el 77,5% en todo el país.

Por su parte, las transportadoras de gas reclamaron un ajuste de hasta el 163% en ese servicio, en el marco de la audiencia pública que se lleva a cabo este miércoles, convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).

Esa audiencia se desarrolló de manera virtual y fue presidida por el interventor de ese organismo de control, Osvaldo Pitrau.

Durante el encuentro, empresarios y representantes de los consumidores exponen su postura en el marco de la adecuación transitoria de las tarifas de transporte de gas natural y de distribución de gas por redes.

En cuanto a las distribuidoras, Metrogas solicitó un aumento del 190% desde el 1° de Febrero al 30 de Abril y su posterior ajuste cada tres meses en base al índice de precios mayoristas.

Según la empresa, ese nivel de incremento considera la inflación de 2020 a mayo de 2023.

Por su parte, Naturgy pidió 189%, también desde el primer día del mes que viene, con ajustes trimestrales “en función de la evolución de la economía” y con el fin de lograr “una urgente recomposición de ingresos”.

La compañía detalló que el impacto de la suba en la factura de un cliente promedio será de $1.648.

Camuzzi Gas solicitó un incremento del 187% en la zona pampeana y del 273% en la zona Sur del país.

Con ese aumento, señaló la distribuidora, se cubrirían los costos mínimos de operación y mantenimiento, se realizarían las inversiones “impostergables” para la prestación del servicio y no habría rentabilidad para la empresa.

En tanto, Gasnor (que opera en las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy) estimó necesario un aumento del 189%.

El reclamo de las transportadoras

Las transportadoras también reclamaron ajustes muy por encima del 100%: por caso, TGN solicitó un aumento transitorio del 163% “por el atraso tarifario acumulado en los últimos cuatro años”.

La compañía indicó que desde el ajuste tarifario de Abril de 2019 hasta Noviembre de 2022 la inflación mayorista acumulada fue del 473%, mientras que la tarifa aumentó 60%.

Eso implica que los ingresos reales de TGN se redujeron a casi un cuarto, producto del atraso tarifario, alertó TGN, por lo cual sostuvo que “es ineludible aprobar el régimen tarifario de transición, mientras recorremos el camino de renegociación tarifaria”.

La otra transportadora, TGS, solicitó un ajuste del 135%, porcentaje que, para esa empresa, “contempla la situación económica del país”.

Con ese aumento, un consumidor residencial promedio de CABA con tarifa plena pasará de pagar $2.587 a $3.013, en el caso de los usuarios de Metrogas.

Sobre este punto, TGS explicó que el impacto en el usuario residencial de Metrogas el costo de transporte es el de menor relevancia en la factura total, ya que representa el 9,8% en la factura promedio residencial; luego están los impuestos, con el 24,3%, el precio del gas en punto de ingreso al sistema de transporte el 41,1% y el margen de distribución con el 24,8%.

Según esta compañía, ese nivel de incremento permitirá “iniciar un sendero de recomposición tarifaria, con el indispensable respeto a las leyes y compromisos asumidos por el Estado que hacen a la seguridad jurídica de nuestro país”.

El ex diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gustavo Menna, se refirió a la segmentación de tarifas impuesta por el Gobierno Nacional. “Estamos presenciando todo lo contrario a un Gobierno. La economía y las condiciones de vida están siendo atacadas por internas y malas gestiones gubernamentales”, aseveró.

En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “el tema de segmentación de tarifas es un proceso desprolijo. El formulario deja muchas dudas”.

“La gente sentirá estos aumentos en el bolsillo en las facturas del mes de Septiembre, sobre todo en el gas”, dijo.

Asimismo, aclaró que “lo más criticable es que el sistema te haga renunciar al derecho de la privacidad de bienes y va a quedar en libre el acceso mucha información privada de los ciudadanos”.

Estamos presenciando todo lo contrario a un Gobierno. La economía y las condiciones de vida están siendo atacadas por internas y malas gestiones gubernamentales”, indicó.

Finalmente, Menna recordó: “Yo creo que Chubut sigue estando igual de mal que hace muchos años. No se resuelven los problemas básicos y sigue endeudándose sin buscar soluciones”.