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Los hospitales nacionales de la Argentina han estado enfrentando serios desafíos relacionados con la gestión de recursos, lo que ha impactado directamente en la calidad del servicio y en la sostenibilidad del sistema de salud público.
Estos problemas incluyen desde el manejo ineficiente del presupuesto hasta la duplicación de servicios y la contratación de personal en exceso. Las respuestas a estos problemas requieren no solo un compromiso político, sino una profunda reestructuración administrativa y de recursos.
Antecedentes y diagnóstico inicial
El diagnóstico inicial realizado por el Ministerio de Salud de la Nación ha revelado una serie de irregularidades graves en varios hospitales nacionales. Entre los hallazgos más relevantes se destaca un sobredimensionamiento de la planta de personal, especialmente en cargos jerárquicos que no solo duplicaban funciones, sino que absorbían una gran cantidad de recursos que podrían haberse destinado a otras áreas esenciales.
Además, se detectaron irregularidades en los servicios tercerizados. En algunos hospitales, como el Garrahan y El Cruce, se encontraron diferencias extremas en los costos de los servicios tercerizados como vigilancia y limpieza. Por ejemplo, la hora-hombre de vigilancia en el Hospital Garrahan costaba $8.000, mientras que en El Cruce ascendía a $19.536, lo que representaba una distorsión del 144%. Esta diferencia en precios se extendía a otros servicios, como los de limpieza y mantenimiento, lo que generaba un gasto innecesario.
También se identificaron compras de insumos por encima de los precios del mercado y desigualdad en la asignación del presupuesto, donde algunos hospitales recibían más recursos que otros, a pesar de una demanda similar o incluso mayor.
Frente a esta situación, el Ministerio de Salud, a través del Decreto 171/24, ha implementado un plan de reestructuración y eficiencia en los hospitales nacionales. Este plan tiene como objetivo principal ordenar los recursos, priorizar el gasto en atención de calidad para los pacientes y reducir las ineficiencias en la gestión de los hospitales. Entre las principales medidas adoptadas se encuentran:
-Renegociación y suspensión de contratos con empresas tercerizadas que tenían cláusulas de ajuste y generaban gastos innecesarios.
-Homogeneización de precios testigo a través de la SIGEN (Sindicatura General de la Nación) para evitar disparidades injustificadas en los costos.
-Revisión de estructuras jerárquicas y de dotación de personal, eliminando cargos innecesarios y duplicaciones.
-Reducción de servicios tercerizados que no aportaban valor al funcionamiento de los hospitales.
En el caso del Hospital Bonaparte, se constató que un 78% del presupuesto estaba destinado al personal, una cifra significativamente más alta que el promedio de otros hospitales nacionales (59%). Además, se identificaron serias ineficiencias en el uso de las camas disponibles y una duplicación de servicios en diversas áreas, lo que resultaba en una atención deficitaria para los pacientes.
Ejemplos de mejoras y resultados tangibles
Las reformas implementadas ya están mostrando resultados tangibles en varios hospitales nacionales. En el Garrahan, se logró una reducción significativa en los costos de gestión, al eliminar coordinaciones intermedias, reduciendo el número de cargos de 22 a nueve. Este ajuste generó un ahorro anual de $351 millones. Además, la renegociación de contratos con empresas tercerizadas permitió reducir los gastos en $1.755 millones.
En el Hospital Carrillo, la renegociación de contratos resultó en ahorros significativos, como los $121 millones en limpieza, $38 millones en seguros y $693 millones en racionamiento. Estas medidas contribuyeron a una mayor transparencia en la contratación de servicios y a la reducción de sobreprecios.
El proceso de reestructuración continuará en 2025 con una serie de medidas adicionales que buscan consolidar las reformas y llevar la eficiencia a un nuevo nivel. Entre estas medidas se incluyen:
-Automatización de procesos, utilizando herramientas como GDE, COMPR.AR y SIDIF para agilizar las compras y contrataciones.
-Homogeneización de aspectos clave en procesos de contratación 2025.
-Guía de buenas prácticas con la publicación de manuales que estandaricen los criterios de gestión financiera en todos los hospitales nacionales.
-Gestión por resultados, con incentivos basados en indicadores de productividad y calidad de servicio.
-Revisión del SAMO (Sistema de Asignación de Recursos), implementando un nuevo modelo para la distribución de costos y recursos entre los hospitales.
-Certificación de calidad, promoviendo la implementación de estándares que garanticen la sostenibilidad de estas reformas a largo plazo.
Aunque los primeros resultados son alentadores, aún persisten desafíos importantes. Las distorsiones en los precios de medicamentos, las superposiciones de servicios y las irregularidades en las licitaciones seguirán siendo temas de monitoreo constante. Un caso paradigmático fue el Hospital Sommer, donde se denunciaron maniobras fraudulentas en el uso de fondos y abusos hacia los pacientes. Estos casos subrayan la necesidad urgente de avanzar hacia una mayor transparencia en la gestión y de implementar medidas más estrictas de control.
Asimismo, la renegociación de contratos en hospitales como El Cruce y Cuenca Alta permitió importantes ahorros, pero también dejó en evidencia las debilidades estructurales de las contrataciones previas, que no contaban con los controles necesarios para evitar los sobrecostos.
El referente de ATE en Comodoro Rivadavia, Gerardo Coronado, se refirió a la medida de fuerza que llevaron adelante en todos los Hospitales públicos de la Provincia. “Tenemos compañeros que están por debajo de la línea de pobreza, cobrando un sueldo de bolsillo de 80-90 mil pesos, que no alcanza ni siquiera para subsistir”, manifestó.
En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– “estamos pidiendo de forma urgente la reapertura de paritarias salariales”
“Hoy una canasta familiar básica en Comodoro Rivadavia ronda los 150 mil pesos”, dijo.
Asimismo, aclaró que “tenemos compañeros que están por debajo de la línea de pobreza, cobrando un sueldo de bolsillo de 80-90 mil pesos, que no alcanza ni siquiera para subsistir”.
“Hay gente que tiene que elegir entre pagar las cuentas o comer”, indicó.
En este marco, destacó que “en muchos Hospitales no hay personal médico, por lo que la situación de la salud pública en Chubut es crítica”.
“El 38% de aumento que nos quiere dar el Gobierno Provincial -a pagar de acá a junio- no es nada”, concluyó Coronado.
El referente del SiSaP en Comodoro Rivadavia, Ramón Valenzuela, se refirió al paro que comenzó en el día de hoy en todos los Hospitales. “La actualización del salario es un reclamo que viene desde hace tiempo, ha habido muchas dificultades en las propuestas y contrapropuestas con el Gobierno”, manifestó.
En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “la medida de fuerza se debe a que las paritarias convencionales no han tenido una respuesta favorable. El Gobierno Provincial sigue sin atender los reclamos para llegar a un acuerdo”.
“La actualización del salario es un reclamo que viene desde hace tiempo, ha habido muchas dificultades en las propuestas y contrapropuestas con el Gobierno”, dijo.
Asimismo, aclaró que “no se ha llegado a un acuerdo porque la salud pública no es una prioridad para Provincia. Estamos evaluando realizar un paro provincial para la próxima semana desde el 23 de marzo”.
“La falta de presupuesto del Hospital es conocida, y eso dificulta los trabajos de los profesionales. Han desaparecido fondos que se utilizaban para comprar medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas”, indicó.
Finalmente, Valenzuela recordó: “Vemos a los Hospitales desbordados con los turnos. Se han incorporado ambulancias, pero hay algunas que hay que descartar y comprar unidades nuevas”.