La proteccionista de Comodoro Rivadavia, Virginia Paredes, habló sobre la superpoblación animal y cómo afecta a la sociedad. “Hay barrios por los que no se puede caminar, con cuadras llenas de perros y que la gente decide evitar. También hay un informe que demuestra que los espacios verdes de la ciudad están parasitados por la materia fecal de los perros. No hay iniciativa de querer resolver este problema”, aseveró.
En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “me genera indignación estos casos y me solidarizo con la señora que sufrió el ataque de perros. Tengo entendido que esos canes tienen dueño”.
“Es un tema de educación. Hay muchos perros con familia que andan sueltos en la calle”, dijo.
Asimismo, aclaró que “la Ordenanza divide a los perros y gatos en domiciliado, que son los que no salen de la casa, el semidomiciliado, que son los que están todo el día en la calle, pero tienen familia y los que están en la calle sin tutor”.
“La Ordenanza avala que el perro que está en la calle cualquier persona puede llevarlo a castrar, aunque después aparezca el dueño y se enoje por esta decisión”, indicó.
En este marco, destacó que “hubo una serie de promesas, pero no se cumplió ninguna y estamos cada vez peor porque no se realizan las castraciones que se deberían realizar. Seguimos teniendo un solo puesto de castración con el crecimiento demográfico que tiene la ciudad”.
“Se calcula que, con una población de más de 10 mil habitantes, hay un animal cada dos personas. Entonces, en Comodoro habría 110 mil animales entre los domiciliados y los que están en la calle”, afirmó.
A su vez, añadió que “los perros que muerden por lo general no están castrados, por eso se ponen más agresivos cuando hay una hembra en celo. La mayoría de las mordeduras son perros con familia que están en la casa”.
“En la Ordenanza y en la Ley provincial está escrito que se debe castrar al 20% de la población animal de la ciudad”, expresó.
También resaltó que “en Comodoro se deberían castrar 150 animales por día, pero solo están castrando 30. Hay barrios por los que no se puede caminar, con cuadras llenas de perros y que la gente decide evitar. También hay un informe que demuestra que los espacios verdes de la ciudad están parasitados por la materia fecal de los perros. No hay iniciativa de querer resolver este problema”.
“Comodoro tiene los recursos físicos, humanos y económicos para que esto salga bien, solo falta la decisión política para que se cumpla con la Ley de castración”, concluyó Paredes.