Esto dijo el economista Aldo Abraham en declaraciones efectuadas a nuestra web. Asimismo, varios expertos consultados, sostienen que técnicamente “estamos en un proceso hiperinflacionario”.
Por Alejandro Ninin (#)
Tras una amplia y variada rueda de consultas con especialistas en materia económica, realizada desde Radio de Camioneros web, los economistas señalaron que ” quieren aprobar el DNU para evitar el espiral descontrolado de precios. Nada está garantizado igual, aun con la aprobación del decreto, Argentina deberá atravesar un periodo de aumentos sideral de los alimentos, regulados y prepagas”.
La hiperinflación a lo largo de nuestra historia
La Argentina tuvo 3 momentos históricos de hiperinflación: en 1975, 1985 y 1989. Dado que la inflación escaló fuerte en los últimos tiempos, crece la preocupación por un nuevo proceso hiperinflacionario. Previo a cada momento de hiperinflación, las tasas de inflación mensual comenzaron a acelerarse fuertemente, en 1989 llegando a casi el 200% mensual. Estos fenómenos de inflación descontrolada estuvieron siempre asociados a importantes déficits fiscales que implican recurrir a la emisión de dinero como única fuente de financiamiento. Como ocurrió con el gobierno anterior, le costaba cada vez más colocar deuda para financiarse y el BCRA tampoco tenía tantas reservas, la emisión monetaria era la única opción.
A su vez, esto hace que los agentes económicos tratan de adelantarse al proceso inflacionario, reduciendo sus tenencias de pesos y espiralando el proceso aún más. Al mismo tiempo, en contextos donde el gobierno cuenta con baja credibilidad o poder político acotado, la inflación es potenciada. Dado que esto genera que se acoten las posibilidades de financiamiento en el mercado de deuda, aumentan las expectativas inflacionarias y se vuelve más inestable el proceso de formación de precios. Esto sucedió tanto en 1975 como en 1989.
(Fuente Fundación Mediterráneo)
El rol del nuevo gobierno sobre la economía
“El presidente electo Javier Milei planea terminar con la inflación. En principio de acuerdo a lo que podemos vislumbrar en principio será con el Peso Argentina adentro y con el Banco Central de la República Argentina en funcionamiento. Corregir los precios relativos de la economía generará más inflación que estaba reprimida. Corregir el precio madre y padre de la economía como lo es el tipo de cambio y la salida del cepo cambiario. Veremos en qué tiempo y con qué instrumento de política monetaria lo efectúa. En principio prevé que no habrá gradualismo sino shock terminando en 2024 con superávit fiscal” señaló Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market
El riesgo de una hiper no ha desaparecido
Desde la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Mari dice que “los estallidos hiperinflacionarios no se dan por una aceleración en la emisión monetaria, sino por un colapso en la demanda de dinero que lleva el valor de la moneda a cero. Recordemos que lo que nadie quiere, nada vale. Con esto podemos darnos cuenta de que el riesgo de Argentina tenga una crisis hiperinflacionaria no ha desaparecido”.
Y agrega con respecto al gobierno: “Lo bueno es que el gobierno actual tiene un mejor diagnóstico que su predecesor y ha apostado por un fuerte cambio de rumbo. Esto ha mejorado las expectativas y ha ayudado a estabilizar la demanda de pesos, reduciendo la probabilidad de un estallido hiperinflacionario”.
Otro economista, Gustavo Lazzari sostiene que “a la hiperinflación, el presidente Milei dijo, ‘la tenemos plantada, nos dejaron plantada’. A partir de ahí empezó un ajuste macro de variables claves como lo que se llama acomodamiento de precios relativos, tipo de cambio, baja de la tasa de interés para licuar pasivos monetarios, y una suerte de expectativa fiscal para calmar expectativas inflacionarias. Ahora, todo eso depende de la aprobación de la reforma y de la implementación, tanto del DNU como de la ley base”.
Por su parte Hernán Letcher, anclado desde la dirección del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) opina que el modelo que han planteado para la solución del problema inflacionario de la Argentina “está relacionado con erosionar sensiblemente el poder adquisitivo de los ingresos”.
Además, recalca que podría llegar a pasar si ese objetivo se cumple. “Si logran esa meta, el riesgo es muy elevado igual. Es decir, si lo logran todos vivimos peor porque perdemos poder adquisitivo va a aumentar la pobreza, vamos a obtener menos poder de compra, pero probablemente baje la inflación en algún momento.”
De este modo, afirma que en el escenario descripto “si no lo logran el objetivo y finalmente los ingresos encuentran mecanismos para, de alguna manera, acompañar los niveles inflacionarios, probablemente en un escenario de desregulación, como el que está planteado, se habilite a los grandes empresarios de nuestro país a nuevas remarcaciones; en un contexto donde podría ser difícil por el nivel de nominalidad en el que estamos viviendo, todo esto va a ser difícil de contener”.
(#) Periodista especialista en economía y temas financieros.