Eduardo Molina, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Chubut, se refirió a la aplicación de la Ley de Farmacias en el territorio provincial y además brindó detalles sobre la actualidad de los medicamentos en Chubut.
“Nosotros históricamente al no ser formadores de precios vemos los precios completamente acotados en virtud de que se impone a nivel nacional y el valor del medicamento es único, vale lo mismo de la Ushuaia a La Quiaca. Lo que ocurre es que esa cadena de formalización en la farmacias le van quitando un poquito más, no solo a las cuestiones impositivas, sino a las cuestiones reales”, comentó en diálogo con la Radio de Camioneros.
En esta línea, remarcó: “Por ejemplo en el caso particular de la Patagonia hay 3 droguerías que vienen de intermediario con el laboratorio y ellos han bajado las condiciones comerciales antes de pandemia en virtud del aumento de ingresos brutos y en definitiva eso redunda en que las farmacias pequeñas o medianas estamos cada vez más afectados por el sistema”.
Por otro lado, el entrevistado se refirió a los aumentos en los medicamentos y dijo que “hay un acuerdo que habla que el medicamento de forma genérica aumenta un punto menos que la inflación mensual. Eso implica que en el transcurso de los últimos 6/7 meses hay que calcularle un 1% como mínimo por mes”.
“Las farmacias trabajan con una obra social principal que es PAMI, los pacientes que son el gran consumidor de medicamentos es la tercera edad y se financia casi el 90% del medicamento para que la persona no lo lleve gratis pero financiado con un gran porcentaje. PAMI viene cumpliendo desde hace años de forma correcta, no pasa lo mismo con la obra social provincial, que está atrasado en lo que ya habíamos pactado y eso influye en las condiciones de acuerdo a la farmacia”, dijo.
Finalizando, Molina fue consultado por la Ley de Farmacias y enfatizó: “Esa norma la impusimos desde el Colegio hace muchos años atrás. Luego el gobernador Arcioni vetó 4 artículos. Esa ley luego de haberse vetado, se rechazó ese veto y en definitiva luego de un año de pelea se reformaron 3 artículos”.
“Tuvo mucha injerencia la diputada Tatiana Goic, ya que fue una de las líderes que propuso que no se derogara la ley. Creemos que gracias a ella no se derogó la misma y su acción fue determinante, acompañada por una gran cantidad de diputados. De lo contrario hubiéramos seguido con una ley del año 66 impuesta en la época de Onganía y la sociedad tiene que tener el respaldo de un profesional universitario para que el consumo de medicamentos no sea comercial sino social. La esencia de esta ley es el bien social para que cualquiera pueda tener acceso al medicamento en una forma racional”, cerró.