El Banco Central exceptuó a la importación de combustibles de los requisitos que estableció la semana pasada para acceder al mercado de cambios. La resolución se tomó a través de la Comunicación “A” 7469 de este jueves, luego del reclamo que habían hecho las compañías petroleras, que consideraron que no debía tomarse como tope lo importado el año pasado más un 5% para habilitar el acceso a las divisas en el mercado oficial de cambios, dado que los precios de los combustibles son en la actualidad sustancialmente mayores que los de 2021, con cotizaciones del petróleo que llegaron a dispararse a USD 140 el barril esta semana.
La discusión se originó –según publica Infobae– por la Comunicación “A” 7466 que emitió el BCRA el jueves 3, a través de la cual se incorporó al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que evalúa cada operación importadora, asignando a cada pedido para acceder a los dólares destinados a pagar importaciones la categoría A o B.
El Central dispuso el acceso al mercado de cambios para las SIMI categoría A por el equivalente al menor de dos montos: el valor FOB de sus importaciones de 2021 más un 5% o el valor FOB de sus importaciones de 2020 más un 70%. A su vez, para los nuevos importadores, el límite se fijó en 50.000 dólares.
Si se superan esos montos, se le asigna la categoría B y el excedente debe ser financiado como mínimo a un plazo de 180 días corridos a contar desde el registro del ingreso aduanero de los bienes a la Argentina.
En el caso de las petroleras, debido al fuerte incremento de los precios internacionales, éstas exceden el límite establecido en el valor FOB de sus importaciones de 2021 más un 5%, lo que las obligaba buscar financiamiento por la diferencia a un plazo mínimo de 180 días o bien utilizar los dólares propios en cartera.
Según publicó EconoJournal, algunas refinadoras, que ya estaban importando combustibles a pérdida, se veían obligadas desde marzo a utilizar sus propios dólares para pagar esas importaciones o conseguir a alguien que los financie durante 180 días, una dificultad extra en momentos en que inicia la cosecha gruesa y con ella, la demanda de gasoil.
La respuesta del BCRA fue entonces una flexibilización del cepo para las posiciones arancelarias de los aceites de petróleo o mineral bituminoso, sus preparaciones y sus residuos (subcapítulos 2709, 2710 y 2713 del Nomenclador Común del Mercosur), los gases de petróleo y demás hidrocarburos gaseosos (subcapítulo 2711 del NCM), tal como estableció la Comunicación “A” 7469.
Cónclave en la UIA
El miércoles 9, autoridades del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezadas por su presidente, Daniel Funes de Rioja, recibieron al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. La evolución de la situación económica, la actualidad de los instrumentos financieros orientados a la producción y el sistema de pagos de las importaciones fueron algunos de los ejes tratados durante el encuentro.
“En relación a los cambios registrados para el acceso al mercado de cambios para el pago de importaciones se coincidió en la importancia de articular mecanismos de trabajo e información que solucionen aquellas dificultades que puedan afectar la actividad del entramado productivo”, indicaron desde la central fabril. En tanto, la UIA compartió con los representantes del BCRA la información sobre este tema, que surge del relevamiento que realiza junto a las cámaras regionales y sectoriales.
No solo las importaciones están en juego, pues el “cepo” es visto como un obstáculo por las empresas de energía con interés de invertir en la Argentina.
En ese sentido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, viajó a Houston, Estados Unidos, para participar de la cumbre de energía más importante del mundo donde hizo fuertes promesas a las compañías petroleras, con el objetivo de incentivarlas a invertir en Vaca Muerta.
El funcionario viajó al CERA Week 2022 acompañado de una nutrida comitiva, en la que se encuentra una funcionaria del Banco Central, Daniela Bossio, subgerente general de Regulación Financiera. En otras palabras, es la encargada de la implementación del cúmulo de restricciones cambiarias que impiden a las compañías, entre otras cosas, girar dividendos. Su participación no fue casual: en un encuentro cerrado y ante un grupo de compañías del sector, Guzmán prometió relajar las regulaciones para las empresas del sector, atento a las oportunidades que generan los altísimos precios internacionales por la guerra en Ucrania. Admitió, sin embargo, que esa suba es un golpe para la balanza comercial en el corto plazo.
“Estamos avanzando con la normalización de la situación de la balanza de pagos, y vamos estar en una posición más sólida en lo que respecta a reservas de divisas. Se pueden hacer cosas y esperamos hacerlas en las próximas semanas, en términos de adaptar algunas regulaciones de la cuenta de capital de un modo que se adapte a las características del sector energético. Estamos trabajando en eso”, sostuvo el ministro en su disertación durante el panel ministerial “Acceso a la energía, transformación energética: Estrategias latinoamericanas”. Tal vez como anticipo, el Banco Central emitió ayer una circular a medida de las petroleras para flexibilizar la norma dispuesta la semana pasada por la que el BCRA interviene en el sistema SIMI, específicamente para la importación de aceite de petróleo.