José María Grazzini confirmó su renuncia de mutuo acuerdo con el Gobernador Mariano Arcioni como ministro de Gobierno y Justicia, a partir de hoy 31 de Diciembre. “Es el momento de terminar un ciclo a partir de los objetivos que trazamos para salir de la crisis y lograr una estabilidad económica que permitiera pagar sueldos en tiempo y forma. Ese plan se terminó”, reconoció anticipando su retiro de la actividad pública.
Dijo –según publica Diario Jornada– haber cumplido acuerdo con todos los sectores de los trabajadores estatales y haber firmado el pago de deudas atrasadas con la mayoría. “Hay que poner fin al ciclo para que el Gobernador pueda disponer de los lugares para encarar la segunda etapa de su mandato”.
Grazzini agradeció a ciudadanos y gremios por haber encontrado puntos en común. “Me llevo eso como buen peronista que soy, la voz de los trabajadores en mis oídos. Fue una etapa de aprendizaje y di lo mejor de mí. Veremos para adelante qué viene, ojalá que a quien le toque sucederme pueda trabajar para que la Provincia siga creciendo”.
“Lo más difícil que afronté –dijo Grazzini- fue tratar de solucionar la llegada de muchos chubutenses que estaban fuera de su casa y habían pasado tiempos difíciles. Por esa doble vara que solemos tener, había muchos que no querían que volvieran a su lugar de residencia. Cuando uno asume cargos, hay que ser valientes y tener firmeza”.
Consideró valioso el trabajo en la pandemia del ministro de Salud Fabián Puratich y el acompañamiento constante del gobernador. Y en cuanto al futuro de la gestión consideró que se requiere de un proceso de “pacificación” en la Provincia.
“Son tiempos difíciles, el dinero no alcanza y las familias están pasando por duros momentos. Todo eso enrarece la situación social. La clase política tiene que levantar la vara; generar más diálogo con los ciudadanos; no hay que estar encerrados porque hay que romper esa barrera del escritorio y escuchar a la gente de a pie y a los trabajadores que son la columna vertebral de cada sociedad, hay que entender su vivencia y su padecimiento. Debemos recuperar la institucionalidad y los valores para que el Estado funcione como debe. No tener trabajo no mata; lo que mata es la desigualdad”, reconoció.
Grazzini consideró que los desafíos hacia adelante exigen un consenso amplio. “Pude discutir y consentir pero jamás hemos demostrado alguna falta de respeto para los trabadores públicos como privados. Me voy emocionado por la valoración en cada lugar de trabajo hacia mi persona. Quien venga, deberá estar preparado para escuchar y lidiar con los conflictos entendiendo que detrás de cada conflicto hay una familia que quiere estar mejor. La mejor manera de resolver un conflicto es teniendo empatía”.
Grazzini se tomará un impasse para disfrutar a su familia y de sus hobbys, las caminatas, la natación y el remo en tabla. “Me encontrarán caminando la provincia y militando en algún rincón en la búsqueda de alternativas y mejores cosas”.