Agenda Chubut, vinculada al Sindicato de Luz y Fuerza y a la Fundación Patagonia Tercer Milenio, invitó a disertar en El Hoyo a Marcos Rebasa, el mayor experto del país en derechos de la energía. El encuentro contó con la participación de vecinos, legisladores e Intendentes, como el local ‘Pol’ Huisman y el comodorense Juan Pablo Luque.
La frase fue directa y contundente: “Si Chubut se anima, puede adelantar dos años y medio la discusión sobre la represa Futaleufú porque tiene derechos adquiridos. Que los exija, dependerá de la decisión política del momento”, aseguró este sábado -según publica Diario Jornada– el especialista en derechos de la energía, Marcos Rebasa, en el marco de una charla que brindó en la Casa de la Cultura de El Hoyo, organizada por Agenda Chubut, el grupo de pensamiento técnico y político vinculado al Sindicato de Luz y Fuerza y a la Fundación Patagonia Tercer Milenio.
Entre el público estuvieron el Intendente local, ‘Pol’ Huisman, además de sus pares de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque; y de Lago Puelo, Augusto Sánchez; además del diputado nacional Santiago Igon; el secretario general de Luz y Fuerza de la Patagonia, Héctor González; el director de la Fundación, Gustavo Monesterolo; concejales y referentes gremiales y políticos del Corredor Andino.
Soberanía energética
Luego de ser presentado por Monesterolo, el reconocido consultor argentino expuso sobre el tema “Matriz energética, desafíos coyunturales sobre la soberanía del recurso”, donde hizo una recopilación histórica de la reforma constitucional de 1994: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales, dice un artículo de pocas palabras, pero de mucho contenido que les otorga su administración, nada más y nada menos. Al mismo tiempo, se sanciona el Artículo 41°, que establece las bases para preservar las condiciones para el cuidado del medio ambiente, pensando en las generaciones futuras y usando racionalmente los recursos naturales”, recordó.
Acerca del nacimiento de la central hidroeléctrica cordillerana, graficó que “nació en la década de 1970, por un pedido de la Fuerza Aérea porque se necesitaba una energía importante dedicada a la producción de aluminio en una época donde había recurrentes conflictos bélicos y Argentina todavía fabricaba aviones. Era un concepto estratégico y de defensa nacional”, contó Rebasa.
“Por una serie de razones técnicas –agregó-, se localizó en Puerto Madryn, pero había que proveerla de electricidad. Entonces, el Ministerio de Defensa promovió el aprovechamiento de Futaleufú. Sin embargo, cuando se establecen las normas de uso del recurso, hay un acuerdo básico entre la Nación y Chubut, que no es muy conocido pero que hay que esgrimir actualmente si la Provincia pretende el aprovechamiento futuro de la represa, ya que es un contrato de concesión a 30 años que vence en 2025”.
Uso local de la energía
“En aquel momento –detalló-, el Gobierno Nacional pidió la participación chubutense y se llegó a un acuerdo con la condición de dejar una porción de energía para uso local, como parte del contrato de concesión. Había que establecer las pautas para que Chubut tenga una tarifa de energía razonable, ya que por aquella época la Patagonia estaba desvinculada del sistema eléctrico nacional. Se firmaron algunos convenios, pero no se terminó concretando nada. Desde entonces, hay un crédito histórico a favor del Estado provincial, muy distinto a lo sucedido con las represas hidroeléctricas del Comahue, que no tienen este origen”, explicó Rebasa.
Energía eólica
En otro tramo de su disertación, aseguró que “Chubut tiene uno de los mejores vientos del mundo. Con toda generosidad, cuando se planteó la tendencia hacia las energías renovables, ofreció facilidades para que se instalaran los primeros parques eólicos en Comodoro Rivadavia, donde la Cooperativa local –la SCPL- fue pionera”.
Y sumó: “Una ley para que no hubiera impuestos y/o regalías, con la pretensión de radicar nuevas industrias. Pero ahora estamos en otra época, porque el mundo piensa en las energías renovables como la solución del futuro. Europa está en medio de una guerra, falta energía y hay una exigencia global muy fuerte”.
Recalcó enseguida que “todas las miradas están puesta en Argentina, la niña rica porque tiene alimentos, pampas inmensas para producir –que Ucrania y Rusia ya no pueden ofrecer-, petróleo y gas, vientos espectaculares y el sol hermoso del norte, mientras que ellos están con hambre”.
No obstante, advirtió: “Peligro y luz amarilla, porque la historia argentina no garantiza nada”, al tiempo que recordó a los chubutenses que “pronto nos dimos cuenta que esas empresas eólicas no dejaban nada”.
Rebasa contó una anécdota “de alguien que estuvo en una audiencia pública en Puerto Madryn, donde hubo que aceptar la exigencia de una de las empresas de mayor poder de llevar toda la energía a Buenos Aires, en contrapartida a la demanda de dejar algo en la ciudad”.
Asimismo, indicó que “en el sentido jurídico, los derechos implican que todo tipo de energía que se produce en una región, debe dejar regalías. Pasa con el petróleo, con el agua y las hidroeléctricas, pero con las eólicas los abogados ridiculizaron de inmediato el pedido de pretender cobrar impuesto por el uso del viento, considerándolo dentro de los bienes comunes de la humanidad y que no son susceptibles de comercialización”.
Con todo, Rebasa recomendó que “hay que luchar contra otros intereses privados, porque hoy estamos en otra etapa del mundo y se puede modificar esa situación, ya que es suelo que produce energía y tiene derecho a regalías, un 12% mínimo”.
Racionalidad
Tras la disertación, Rebasa aseguró que “debemos trabajar para que los recursos naturales sirvan al pueblo. La Patagonia tiene muchos, pero es menester que se utilicen con racionalidad, pensando en el ambiente y en que queden para la gente”.