La primera fase del esquema de blanqueo de capitales permitió a los argentinos regularizar dinero en efectivo, logrando que los depósitos privados en dólares alcanzaran un nivel récord de 34.170 millones de dólares el pasado 4 de noviembre. En esta etapa inicial, se habilitaron incentivos fiscales para que las personas pudieran blanquear hasta 100.000 dólares sin penalidades, con una alícuota del 5% sobre el excedente de ese monto.
A partir del 9 de noviembre, comenzó la segunda fase del blanqueo, donde la alícuota sube al 10%, y se extenderá hasta el 7 de febrero de 2025. La tercera y última etapa, que se iniciará el 8 de febrero, llevará la alícuota al 15% sobre el excedente hasta el 7 de mayo. Sin embargo, quienes declararon más de 100.000 dólares tienen la posibilidad de evitar esta alícuota si destinan esos fondos a inversiones en el mercado financiero local o en proyectos inmobiliarios, siempre que se mantengan hasta enero de 2026.
Este esquema impulsó el interés en activos financieros, reflejándose en el mercado bursátil: la bolsa porteña superó los 1700 dólares, el riesgo país cayó por debajo de los 900 puntos y el dólar blue, junto con otras variantes del dólar financiero, mostró una baja sostenida en los últimos cuatro meses.
Depósitos bancarios en dólares: factores a considerar
Al depositar dólares en una cuenta bancaria en Argentina, los bancos consideran diversos factores antes de aceptar el dinero sin solicitar un justificativo de su origen. Entre ellos, el historial de transacciones del cliente y sus ingresos declarados juegan un papel fundamental. Esto determina un “límite virtual” que establece cuántos dólares puede depositar un cliente sin necesidad de dar explicaciones sobre la procedencia de esos fondos.
Por ejemplo, una persona que habitualmente compra y retira u$s2.000 mensuales mediante operaciones en el mercado MEP y tiene un historial bancario extenso podría depositar u$s10.000 sin levantar sospechas, ya que estos fondos serían considerados como parte de un ahorro acumulado en los últimos cinco meses. En cambio, un monotributista con un historial de compras de 100 dólares o menos por mes que intente depositar u$s10.000 podría enfrentar solicitudes de documentación que justifiquen la fuente de esos fondos.
Es importante tener en cuenta que la AFIP establece un límite mensual de $200.000, convertidos al valor del dólar oficial, que puede depositarse sin necesidad de justificar el origen del dinero. Sin embargo, esta cifra incluye todas las transacciones realizadas por el contribuyente en un mismo mes, como ingresos, transferencias, depósitos y plazos fijos, sin importar la entidad financiera. Esto puede complicar la situación para quienes realizan múltiples operaciones, ya que el monto acumulado podría superar el límite sin que esto implique grandes movimientos de dinero.
La relación entre el perfil del cliente y los depósitos permitidos
No existe una respuesta unívoca sobre cuántos dólares se pueden depositar sin inconvenientes, ya que depende del perfil individual del cliente. Un factor relevante es si la persona adquiere dólares en el mercado paralelo, lo cual podría generar restricciones adicionales al momento de depositarlos en el banco. Así, los bancos no solo examinan los ingresos en pesos de sus clientes, sino también sus operaciones en el mercado formal de divisas. Un cliente con altos ingresos en pesos, pero pocas compras de dólares en el circuito oficial podría enfrentar más restricciones que otro con ingresos menores pero con un historial más extenso de operaciones legales en el mercado cambiario.
Actualmente, existen dos formas de depositar dólares en cuentas bancarias argentinas: a través de cajeros automáticos o de manera presencial en las sucursales bancarias. En los cajeros automáticos, el proceso implica ingresar la tarjeta de débito, seleccionar la opción de depósito, y colocar los billetes en la máquina. Este método no siempre está disponible en todos los bancos. Por otro lado, al realizar depósitos presenciales, es recomendable acudir a la sucursal asignada para evitar costos adicionales. El cliente debe presentar su DNI y entregar el efectivo al cajero, quien emitirá un comprobante de la transacción.
Justificación del origen de los fondos depositados en dólares
En caso de que los depósitos no se realicen mediante cuentas creadas a partir del esquema de blanqueo, es posible que los bancos y la AFIP soliciten documentación que respalde la procedencia del dinero. Los documentos que pueden ser requeridos incluyen facturas en dólares, boletos de compra y venta en el mercado de valores, comprobantes de ingresos en dólares por la venta de inmuebles o vehículos, certificados de herencia, donaciones, o haberes jubilatorios percibidos desde el exterior.
Estas exigencias se enfocan en prevenir que se generen Reportes de Operación Sospechosa (ROS), lo que podría derivar en una investigación más exhaustiva y eventuales sanciones por parte de las autoridades fiscales. Ante esta situación, la recomendación es consultar a un especialista para obtener asesoría sobre la documentación necesaria y cómo presentarla.