En el mercado energético coinciden con una palabra para definir la situación del sector: “mucho estrés”. Pero algunas de las empresas que componen esta industria van más allá y hablan de un contexto extremo desde lo financiero que, aseguran, no deja de sumar incertidumbre y podría derivar en problemas mayores, como reducción de inversiones e, incluso, cuestiones vinculadas al suministro y al buen funcionamiento de las redes.
Como contó Infobae hace 15 días, en medio de fuertes subas en las boletas de la luz, que podrían llegar hasta 300%, y con el gas que también tendrá incrementos muy importantes, la falta de transferencia de fondos por parte del Gobierno al sector genera un tembladeral.
“Estamos en medio de una tormenta perfecta”, dijo en ese entonces una fuente de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la empresa del Estado que se encarga de la intermediación y los pagos. Esta semana, la administración de Javier Milei comenzó a hacer cambios en cargos técnicos en Cammesa y desde la secretaría de Energía aseguran que habrá más modificaciones.
La pregunta que surge ahora desde estas compañías y cámaras sectoriales es hasta cuándo podrán aguantar. Hay varias grandes, con más espaldas, y otras que sólo soportan retrasos de un mes y dependen 100% de lo que les pague Cammesa.