El sociólogo y docente universitario, Daniel Natapof, explicó desde la mirada de la sociología el resultado de las elecciones Generales del pasado domingo 22 de octubre. “El electorado espera algo de dignidad, si le dijiste asesino a alguien, como pasó con Bullrich que Milei le dijo que ponía bombas, algo que se comprobó que era falso, no te podes sentar al otro día a tomar un café con ella”, manifestó.
En este sentido, señaló -en diálogo con Radio de Camioneros– que “la primera sorpresa que dejaron las elecciones fue un offsider de ultraderecha ganando las PASO. Y la segunda es que un ministro de Economía dio vuelta la elección, dejando a Juntos por el Cambio fuera del balotaje”.
“La gente con la política tiene una difícil predicción en su conducta. Por un lado, influyó el factor miedo, con gente que se vio alarmada por las declaraciones de Milei, no solo desde lo económico sino con la relación con el Vaticano”, dijo.
Asimismo, aclaró que “desde el espacio de Milei avanzan sobre cuestiones culturales que van en contra del sentido común general de la población”.
“Los votantes de Milei minimizan las declaraciones y no les importan, pero en otros votantes se encendieron las alarmas y se vio mucho sobre la estabilidad emocional y psíquica del candidato, algo que también se vio reflejado en periódicos de otros países”, indicó.
En este marco, destacó que “en la campaña de Massa pese a la situación económica que hay, el electorado vio ciertas virtudes, como la templanza para afrontar ciertas cuestiones. Una parte decidió ponderar sus actitudes o por lo menos poner un freno a lo otro”.
“El electorado espera algo de dignidad, si le dijiste asesino a alguien, como pasó con Bullrich que Milei le dijo que ponía bombas, algo que se comprobó que era falso, no te podes sentar al otro día a tomar un café con ella”, afirmó.
Finalmente, Natapof recordó que “esto es un fenómeno muy dinámico, las redes hoy tienen mucho peso, cosa que en años anteriores no tenían. Los medios de comunicación se han adaptado con formatos muy diferentes. Se va a jugar en todo el territorio y lo que pasa en política es difícil cuantificarlo”.